Interesante polémica la que se montó con las declaraciones del CEO de Sandisk, en las que echaba la culpa a Windows Vista del rendimiento que ofrecían los discos SSD. El problema reside en los algoritmos de gestión de disco que incorporan los sistemas operativos actuales, que están pensados para ser usados con discos duros y no con discos SSD.
Sun está colaborando para mejorar el soporte de discos SSD en el sistema de ficheros ZFS, que funciona con Solaris y también vendrá implementado en la versión de servidor de Snow Leopard, el próximo sistema operativo de Apple. Si nos centramos un poco en los detalles técnicos, el problema (al menos en Windows) se encuentra en que los discos duros utilizan un tamaño de sector más pequeño que los discos SSD, y al estar diseñados los algoritmos para ese tamaño de sector más pequeño se producen ineficiencias al hacerlo con sectores más grandes.
En el caso de ZFS, Sun está realizando modificaciones para incrementar, no solo el rendimiento, sino también la vida útil de los discos SSD, que tienen un límite de escrituras por sector (aunque este crece con los nuevos modelos), añadiendo defragmentación al sistema de archivos de forma que los datos se graben de la forma más óptima para poder acceder después a ellos. Todo esto, junto a la bajada de precio y al aumento de capacidades de este tipo de discos, hará que se conviertan en una alternativa real a los discos duros tradicionales, sobretodo con nuevas versiones de los sistemas operativos que incluyan un soporte adecuado para estos. Dos años es el tiempo en que los discos SSD empezarán a reemplazar a los discos duros tanto en portátiles como en ordenadores de sobremesa. Fuente.